Fin de un ciclo de difusión de una cruel realidad

Editorial

La promoción y defensa de los derechos de niños, niñas y adolescentes es la misión de Fundación  ANIDE y en cumplimiento de esta tarea se creó el Programa Pichikeche para focalizar su aporte en la infancia mapuche,  contribuyendo a su desarrollo integral y para visibilizar los graves abusos y situaciones de violencia a que se ve sometida en las comunidades en conflicto con el Estado chileno por la recuperación de su territorio ancestral.

GetAttachmentLa labor de Pichikeche comienza en junio de 2010 con una recopilación de episodios de abusos de funcionarios del Estado contra niños, niñas y adolescentes mapuche documentados desde el año 2000.  Con estos casos se elaboró el Informe sobre Violencia Institucional hacia la Niñez Mapuche en Chile, que ANIDE y ROIJ Chile expusieron ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, en audiencia temática realizada en Washington el 25 de marzo de 2011.

Desde entonces el Programa Pichikeche fomentó y apoyó numerosas actividades de las comunidades destinadas a promover y fortalecer en la niñez mapuche el cultivo de expresiones propias de su cultura y continuó con la documentación y difusión de los casos de violación de derechos humanos en que aparecen como víctimas niños, niñas y adolescentes de las comunidades indígenas.

El contexto construido por el movimiento mapuche con el aporte de las organizaciones humanitarias, ha reforzado el interés de los organismos internacionales por el cumplimiento de las obligaciones contraídas por el Estado de Chile al suscribir instrumentos y convenios relativos a los derechos fundamentales de las personas y en lo específicamente referido a la niñez y los pueblos originarios.

Por otra parte, en el plano interno también los tribunales de justicia han comenzado a acoger los recursos de amparo a favor de niños, niñas y adolescentes mapuche, al constatar violencia desmedida y abusos a los derechos fundamentales de las personas en las actuaciones policiales contra comuneros mapuche y sus hijos e hijas. En reiteradas ocasiones la magistratura ha ordenado a las instituciones policiales poner término a prácticas violatorias de derechos de la infancia y derechos de los pueblos indígenas, y adecuar sus métodos operativos a la legalidad y al ordenamiento internacional que el Estado de Chile se ha comprometido a respetar.

Sin embargo, poco o nada ha cambiado. Las comunidades que expresan sus reivindicaciones permanecen virtualmente ocupadas por fuerzas policiales; en ellas el clima de control represivo se vuelve recurrente y el temor a la barbarie de los allanamientos y de las incursiones de agentes armados dispuestos a disparar y golpear ronda permanentemente en las pesadillas infantiles y tensiona la vida de las familias.

Durante sus cinco años de existencia el programa Pichikeche y este boletín han debido poner el foco de su atención y de sus esfuerzos en la denuncia y el seguimiento de niños heridos por disparos, golpeados y perseguidos, de ataques con disparos de balines, perdigones y bombas lacrimógenas contra grupos humanos, hogares e instalaciones escolares, de trato abusivo, insultos racistas contra hijos e hijas de comuneros mapuche.

En paralelo está también el esfuerzo puesto en la denuncia de las prácticas discriminatorias, los montajes, el falseamiento de la realidad para aplicar todos los abusos que posibilita el sistema penal contra niños y niñas; la impresentable invocación de la Ley Antiterrorista para juzgar a niños, adolescentes y jóvenes mapuche; la aplicación de medidas preventivas que en la práctica han significado largos períodos de encarcelamiento de detenidos, en procesos en que las acusaciones fantasiosas y la parafernalia de las fiscalías concluyen en nada, en absolución por ausencia de pruebas.

La realidad de lo que está ocurriendo a la infancia de las comunidades mapuche fue nuevamente expuesta ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Así lo obligó el mismo Estado de Chile con su silencio  ante las denuncias de impunidad.

El pasado 22 de octubre, en Washington, Fundación ANIDE, la Alianza Territorial Mapuche (ATM) y el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) expresaron con documentos y resoluciones judiciales, que el Estado de Chile y sus instituciones policiales violan de manera sistemática los derechos a la vida, a la integridad personal y a la seguridad de niños, niñas y adolescentes mapuche. Recordaron que los dictámenes de los tribunales de justicia así lo reconocen, ordenan a las policías que se atengan a la legalidad, que respeten sus protocolos de intervención en las comunidades indígenas y que sus actuaciones respecto de los niños, niñas y adolescentes mapuches se enmarquen en las obligaciones internacionales de respeto a los derechos humanos, los derechos de los pueblos originarios, los derechos del niño y de la infancia indígena que ha suscrito el Estado de Chile.

El Programa Pichikeche concluye con esta acción, pero sigue vivo y atento el interés y la preocupación de Fundación ANIDE por los derechos de la niñez mapuche. Ha sido un lustro marcado por las tareas de promoción del desarrollo integral de la infancia mapuche y por el anhelo y la esperanza de sensibilizar a quienes pueden y deben poner término al abuso y la violación de derechos de los niños, niñas y adolescentes de nuestro pueblo originario.

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